VIKTOR FRANK y el liderazgo. Menos líder y más liderazgo

Hoy en día necesitamos que el líder sea menos ego y que ejerza más el liderazgo y para serlo, debemos tener la capacidad de ser líderes de nosotros mismos. Somos responsables de lo que hacemos, porque somos dueños de nuestra libertad.

Se entiende liderazgo, como una capacidad de servicio, una posibilidad de crear situaciones que ayuden a los demás a desarrollarse y por lo tanto, desarrollar mi empresa, mi lugar de trabajo e incluso mi familia. Una capacidad de organizar, de poner límites pero procurando la mejora y el crecimiento del otro.

Aplicando el pensamiento de Frankl, nuestro liderazgo tiene que estar embebido por el sentido que nos mueve en la vida, caso contrario, corremos el riesgo de caer en la búsqueda de poder y éste no alcanza si no tengo la responsabilidad que lo acompañe.

V. Frankl sostenía que él se propuso 3 cosas en los campos de concentración: 1) sobrevivir, 2) ayudar a los demás, y 3) aprender de esas circunstancias extremadamente dolorosas.

1) sobrevivir es algo imprescindible pues la vida vale tanto, que sea cual sea la circunstancia lo primero es luchar por ella, 2) ayudar a los demás, en el campo empresarial es ayudar a crecer, a desarrollarse  las demás personas. En un líder ninguna acción es neutral, todo deja huella en el otro, para bien o para mal, influye hasta mi saludo, mi tono de voz.  Toda acción del líder debe llevar a que se concrete en desarrollo y crecimiento de la empresa y 3) querer aprender de las circunstancias. El líder que asume que cada vivencia es una aprendizaje es un líder que aprende a ser humilde. Ante cada dificultad debe preguntarse qué aprendizaje puede sacar de esa situación.

En lenguaje empresarial la palabra sentido aplicada por Frankl puede ser sinónimo de propósito, misión, visión, significado.

Cuál es el sentido de mi trabajo, de mi liderazgo? Cada uno en su interior podrá darse respuesta a esta interrogante.

Frankl habla de ALGO y de ALGUIEN que da o dan respuesta a ese sentido.

Encontrar ese ALGO que habla el autor es encontrar el sentido a mi trabajo y a mi liderazgo, es lo que me mueve para hacer algo. El ALGO es la causa que te mueve a la felicidad. Debemos cuestionarnos si mis acciones de liderazgo ayudan a la felicidad de otros además de la mía.

Nuestro trabajo es una causa que mueve a la voluntad a concretar con acciones en lo cotidiano, mi sentido de liderazgo. Pero según Frankl existe una sola condición y es que tiene que ser trascendente a nosotros mismos. Mi liderazgo tiene la responsabilidad de mi impacto en los demás y cabe preguntarse qué trascendencia tienen mis acciones cotidianas para que aquellos que están a mi lado los ayude a ser mejores, a crecer, a que haya más comprensión. Lo mismo pasa en la familia, ayudo a crecer en amor y en comprensión a los demás?

Luego pasa a hablar del ALGUIEN. Qué sentido tienen las personas con las cuales convivo? Qué representan las personas para mí? Qué representan aquellos con los que convivo y ejerzo mi liderazgo? Estas respuestas iluminan y dan dimensión a lo que puedo hacer por mi empresa, por su rentabilidad.

Cuando tomo conciencia de esto, entiendo la profundidad de la libertad humana. El valor de la libertad es algo concreto ejercido por cada persona. Y la mayor capacidad de la libertad humana es la de poder elegir la ACTITUD que pueda asumir y ser responsable de esa acción que asumo. Los líderes aferrados al poder y al placer son capaces de cometer las mayores miserias humanas.

Es importante saber qué tipo de criterio voy a aplicar en la interrelación que voy a tener entre el yo- líder y el tú- ese otro con quien me relaciono, es decir, cómo genero esa relación.

La opción más dura es que desde mi yo reduzco el tú, es decir el autoritarismo. Cuando vulneramos la libertad del otro, lo reducimos a cosa. Cuando no permitimos que los demás piensen, opinen, discrepen, lo estamos convirtiendo en “cosa”.

El desafío es tener una relación dialógica, es la capacidad de encuentro, es lo que Frankl llamaba la “expansión de la conciencia”. El diálogo construye, hace crecer.

Es indispensable para un buen líder tener una buena estabilidad psicológica que le permita reflexionar sobre el sentido de su liderazgo. Ya que en la medida que sabe que lo que hace tiene relación con el sentido que le ha dado, le brindará además, tranquilidad para caminar en la vida.

Ante las nuevas circunstancias, cabe replantearse si las acciones de liderazgo dan mejores resultados sin dejar de lado el bien de los demás.

La búsqueda es de cada uno!!!